COVID-19 Economía y más
Continuando las publicaciones sobre la COVID-19 hoy trataré de abarcar algunos de los aspectos económicos globales y específicos para España. Seguro quedarán otros aspectos que cubriremos en el futuro como una publicación dedicada a la pérdida de nuestros mayores como consecuencia de la pandemia y la evidencia del abandono del sistema de asistencia a este grupo de de la población en España y parte de Europa.
Una de los principales evidencias de la COVID-19 ha sido la gran preparación y dedicación de la plantilla de profesionales que forman parte de la Seguridad Social desde los médicos y enfermeras hasta los profesionales de limpieza,cocina, ambulancias y todo este gran grupo de personas en contraposición con la desinversión emprendida en muchas regiones que aumentó como resultado de la crisis del 2008, España ha invertido en los últimos 10 años un promerio del 16,8% del PIB en relación con el 20% de media en zona euro[2]. Este modelo ha sido una de las razones para la escasa preparación para gestionar esta pandemia, que incluyó reducción de plantillas (3,9 médicos por 1000 hab [1]), espacios y equipamientos que deterioró las condiciones para los profesionales que prestan servicios y los beneficiarios del mismo. Por ejemplo, en España el número de sanitarios contagiados asciende a 9.400 que ronda el 14% del total y 23 muertos[3] que son valores muy superiores a los de otros países de Europa y el mundo afectados por la enfermedad. Según los especialistas la principal causa, al igual que en muchos otros países, ha sido la falta de equipamiento disponible necesario para el uso de los profesionales, como las mascarillas, batas y guantes entre otras.
Por otro lado, a pesar del gran nivel de los investigadores Españoles; el deterioro de las actividades de Investigación cuyo volúmen de inversión se ha reducido a ⅕ de los niveles de principio del siglo, que ya era baja en relación con la mayoría de los países punteros de la OCDE. Aunque este deterioro en inversión y como consecuencia en el desarrollo científico, va más allá de las crisis del 2008 y está relacionado con una falta de visión política sobre las estrategias sostenibles para el desarrollo económico y social del país. El desarrollo y enfoque en la investigación como una fuente de crecimiento en todos los niveles no es valorado por la clase política o los grandes grupos económicos, como ocurre en los líderes del mundo como USA.
La pandemia ha dejado en evidencia que la globalización en la que hemos vivido los últimos 20 años ha desplazado de los centros de producción muchos productos esenciales y de insumos para las industrias que dentro de los posibles cambios generados por esta pandemia deberían ser reconsiderados. Seguramente por la búsqueda de costos bajos muchos países desarrollados con industrias muy poderosas han transferido la producción de sus componentes con bajo valor agregado a China, y al comenzar la pandemia muchas industrias occidentales se quedaron paralizadas por la falta de productos. Así como la transferencia de la producción del total de insumos y equipamientos médicos a esta región afectando la distribución/venta en situaciones como la actual. Generando que muchos países se hayan enfocado en reactivar estos sectores económicos a nivel local con el fin de reactivar sectores económicos deteriorados en preparación para el futuro. Además de luchar contra la concentración de proveedores que limita la competencia y fluctuación de precios que es aprovechada por los fabricantes e intermediarios en situaciones de crisis, perjudicando al cliente. Finalmente, la revisión de las cadenas de distribución/abastecimiento sobretodo en situaciones limitadas y su impacto sobre los procesos productivos, relacionados con los stocks, debe ser otro de los elementos a valorar igualmente después de la pandemia.
Por otro lado, el deterioro de la Economía española, Europea y global abocada a una recesión como mínimo en 2020 llevará a España a caer un 8% con una tasa de paro del 20,8%, que será de un 7,5% en la zona euro y una caída del 3% a nivel global, según previsiones del FMI. Además de la caída en el 2T del 6,8% del PIB en China por primera vez desde los 70s. Además, Goldman Sachs estima que el PIB de USA se contraerá en 6,2% durante 2020. Llevándonos a pensar en 2 componentes fundamentales de la economía que requieren del mayor apoyo en los próximos meses liderados por la protección social y la elaboración de una plan de consolidación de la actividad industrial y comercial. Además, de un plan de gestión del endeudamiento que hagan atractiva una economía que podría alcanzar un 125% en los próximos meses como resultado de los planes de estímulo y cobertura social. La necesidad de aumentar la protección sobre los sectores de la sociedad más desprotegidos que se han visto incrementados por la pandemia y por la lentitud en la implantación de las medidas de protección durante la crisis, y las necesidades de revertir la crisis generada por la COVID-19, en el que no sólo deben participar los gobiernos sino el capital privado y las organizaciones internacionales como el Banco Mundial, IMF, G20 y la UE coordinando sus esfuerzos, me han llevado a elaborar la siguiente lista más orientada a España aunque puede ser traspolada a nivel global con ciertos ajuste:
Garantizar la subsistencia de los sectores más desprotegidos a través de ayudas directas como en USA o apoyos de las instituciones clásicas como la UNICEF, Cruz Roja o Cáritas entre otras.
Revitalizar el tejido productivo como una medida de asegurar el empleo e ingresos de todos sus trabajadores, que en su mayoría han sufrido ERTES, como una forma de estabilizar los ingresos a través del apoyo a los mercados existentes, búsqueda de nuevos mercados, medidas dentro de Europa y generación de actividades sustitutivas, como puede ser la producción de los insumos médicos entre otras.
Apoyar la subsistencia de sectores como el turismo que genera al menos un 25% PIB español y que han perdido las principales campañas del año, a través de ayudas directas, el desarrollos de campañas de promoción con vista al 2021 y planes de compensación del turismo interno 2020, cuando sea posible entre otras.
Identificar nuevas áreas de desarrollo industrial a nivel del país y de la UE, como el de las energías renovables, e-gobierno y conectividad, especialmente el 5G y en las áreas con dificultad de acceso; en las que España puede disponer de un liderazgo implícito por su ubicación y años de experiencia. El apoyo de proyectos como el que tienen facebook o la fundación de Bill Gates que seguramente nos pueden servir de ejemplos al igual que los que se podrían generar en la UE, actuando como un bloque en esta ocasión.
Invertir de forma sostenida en I+D+I y Seguridad Social como garantía del desarrollo del país y preparación para gestionar situaciones similares en el futuro, que seguro ocurrirán. No debemos olvidar que el área de investigación y desarrollo bien organizada es una garantía de sostenibilidad a mediano y largo plazo.
Facilitar que los cambios en los hábitos sociales y su impacto sobre la sociedad se pueda desarrollar de una forma organizada, sin llevarlo a extremos que serían inviables a largo plazo. Para sociedades como la española la necesidad de evitar el contacto físico, dentro de los posible, garantizar la distancia mínima y las medios de protección física serán sostenibles a corto plazo, pero poco probables en el largo plazo donde seguramente desaparecerán. En contraposición de nuevos hábitos como el apoyo al necesitado, ocupación por los mayores y necesitados al igual que la compra responsable serían buenas medidas que deberían mantenerse en el futuro en una sociedad en la que el contacto es requerido pero el individualismo y consumismo prevalecen.
Crear una medida como la Renta Mínima Vital sería una ayuda que al menos paliaría el impacto de las crisi inmediata aunque espero que no sea un mecanismo que desestimule el interés de la población por desarrollar nuevos proyectos e incorporarse al mercado laboral de una forma activa.
La consolidación de la nueva cultura laboral, como el teletrabajo, en un país en el que sólo se consideraba que trabajas cuando estás en la oficina, así no seas productivo el desempeño, es uno de los descubrimientos que debemos consolidar para incrementar la productividad, reducir costos y mitigar las consecuencias de problemas actuales como el tráfico, contaminación, desplazamientos y gestión de espacios entre otras. Esta cultura incluso a nivel organizacional vendrá muy bien para la gestión del liderazgo y visión sobre los gastos innecesarios.
Aunque no todos los niveles educativos lo podrán aprovechar con la misma intensidad, ya que existen niveles donde la formación presencial es necesaria, se debe reconocer que esta pandemia también nos permitirá optimizar los costes de la formación y la consolidación de formas de ampliar las alternativas de formación a todo nivel dentro del sistema educativo.
SIn duda en esta pandemia es necesario desarrollar un sistema de acción y cooperación global que trascienda a los países y considere que aunque la visión local es necesaria la globalización nos fuerza a verlos a todos y ayudar a todos porque mientras existan regiones del mundo afectadas por la COVID-19 su transmisión puede alcanzar a cualquier país con inmediatez. Debemos seguir el ejemplo de los esfuerzos que se están desarrollando para buscar la vacuna, que será un bien global y no de una empresa, para desarrollar un modelo de cooperación sostenible que no deje a ninguna región del mundo atrás porque la pandemia no distingue color, origen o nivel económico. Aunque sus consecuencias sí pueden ser mayores en los grupos/regiones con menor disponibilidad de recursos. Es por eso que el plan para superar la crisis económica que se está desprendiendo de esta crisis de salud deben tener un alcance global.
Finalmente la ausencia del liderazgo global será el motivo para una publicación futura porque su impacto sobre las medidas de recuperación y superación es muy determinante.
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